EUSKARA, GASCÓN, NAVARRO Y CASTELLANO
El euskara se habla en el País de Sola (Zuberoa), en la Baja Navarra, Guipúzcoa, en zonas de la Navarra peninsular, Labort (Laburdi), Vizcaya y Álava, y en la villa bearnesa de Esquiule (Eskiula); se basa en una lengua anterior, el protovasco, y en el latín, que le presta léxico y diferentes monemas. La extensión geográfica del euskara ha retrocedido en los últimos siglos, sobre todo en Álava y Navarra. Fue lengua propia de parte de La Rioja, Soria, Burgos y Pirineo Central y Oriental. La lengua vasca está en trance de desaparición en Francia. El romance navarro -idioma en que se escribió el Fuero de Navarra- se disolvió en la lengua castellana tras la invasión y anexión de Navarra por Castilla (siglo XVI), porque el navarro y el castellano eran dos romances muy próximos. El minoritario aunque influyente gascón de Navarra y Guipúzcoa también se ha extinguido de estos dos territorios aunque a finales del siglo XIX aún se hablaba en Pasajes (Guipúzcoa). El romance propio que por supuesto que se habló en Guipúzcoa y Vizcaya, se disolvió igualmente en el castellano en la Edad Media. La voz 'vascuence' (euskera, lengua vascongada) procede del adverbio latino *uasconice (v. 'uasconice loqui'), y romance proviene del adverbio latino romanice (v. 'romanice loqui').

VASCONGADOS Y ROMANZADOS, LOS GRUPOS LINGÜÍSTICOS DE NAVARRA
Las voces 'romanzado' y 'vascongado', vocablos de los romances navarro y castellano, definían a los hablantes del romance y del vascuence. Los romanzados <romançados> (en euskera 'erdaldunak') eran los que se expresaban en romance o lengua romanzada, mientras que los vascongados <bascongados> (en euskera 'euskaldunak') eran los que se expresaban en euskara, vascuence o lengua vascongada. Estos antiguos gentilicios 'vascongado' y 'romanzado' sólo denotan pertenencias o adscripciones lingüísticas. En Navarra, al menos hasta finales del siglo XVIII, como veremos después, era general el uso de los gentilicios 'romanzado' (por oposición a 'vascongado'), al menos hasta finales del siglo XVIII. De manera que no es extraño que en la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco (Editorial Auñamendi) figure el término 'romanzado'. Ni 'romanzado' ni 'vascongado' tienen denotación ni connotación política; proceden del latín hispánico.

DEL LATÍN HISPÁNICO AL ROMANCE:

*UASCONICATUM > *BASKONEKATU(M) > *BASKON(E)GADU > *BASKONGADU > BASKONGADO (VASCONGADO)
*ROMANICEATUM > *ROMANEKIATU(M) > *ROMAN(E)CHADU > *ROMANÇADU > ROMANÇADO > ROMANZADO
(cfr. *MAURICATUM > MARAGATO)

El antiguo gentilico 'vascongado' < procedente del latín hispánico *uasconicatum, únicamente posee un significado: vascohablante/ euskaldun; es el gentilicio más común de los romances navarro y castellano para designar al vascófono. En el siglo XIX este término , 'vascongado', fue siendo sustituido por un galicismo: 'vasco' < procedente del francés 'basque'.
El antiguo gentilico 'romanzado' < procedente del latín hispánico *romaniceatum, designaba al que se expresaba en romance, y era muy empleado en Navarra por contraposición a 'vascongado'. Un equivalente de romanzado (arromanzado) en catalán, valenciano y mallorquín era romançat (arromançat). Por otra parte, todos estos adjetivos sinónimos 'romanzado', 'arromanzado', 'romanceado' y 'latinado' tenían también la acepción de 'traducido al romance' (por ejemplo, un texto en árabe, hebreo, etc.).
El gentilicio hispánico 'maragato', referido a la comarca conocida como Maragatería, en León < procendente del latín 'legionem', podría ser análogo de las formas 'romanzado' y 'vascongado'; 'maragato' podría procede del latín *'mauricatum' (de 'maurus', moro).

LA BAJA NAVARRA Y EL GENTILICIO 'BASCO'
El gentilicio 'vasco' <basco> era generalmente empleado en el romance de las edades Media y Moderna para denominar a los naturales de la Baja Navarra, la Merindad de Ultrapuertos, en la vertiente Norte de los montes Pirineos. Se cree que la Baja Navarra fue repoblada por navarros del Sur de los Pirineos -la Navarra española- en la Alta Edad Media, que huían de las hambrunas. Así, las gentes de Baja Navarra -Iparralde- pasaron a llamarse 'bascos', y las gentes de Navarra, simplemente 'navarros'; vascohablantes en ambos casos. Por eso, Baja Navarra recibía la denominación común de 'Tierra de Bascos'. El verso de Bernard Detchepare 'Bascoac oroc preciatzen Heuscara ez iaquin harren', en su obra "Linguae Vasconum Primitiae", es indicativo.

NAVARRA EN EL SIGLO XVIII
Los receptores (peritos judiciales) vascongados (vascohablantes) de Navarra presentaron una demanda judicial en el año 1778. En aquel entonces había veinticuatro receptores en toda Navarra, de los que quince eran romanzados y nueve vascongados. Ante el intento de reducir el número de receptores vascongados, con la consiguiente multiplicación de trabajo, se presentaron quejas y la referida demanda judicial. De las tres partes del obispado, dos eran vascongadas. La mitad del 'Reyno' era vascongada. Los romanzados alegaban: "Porque es bien notorio que en la tierra vascongada todos saben el castellano". Los vascongados responden: "La más común y corriente lengua utilizada es la vascongada. Los escribanos usan el vascuence, y saben también el romance". Este proceso judicial refleja actitudes lingüísticas muy corrientes.

ROMANCE NAVARRO EN LAS GLOSAS EMILIANENSES
Una glosa consiste en una anotación al margen de un texto. Las Glosas Emilianenses son la más antigua manifestación escrita conocida del euskara y del romance. Estas glosas se hallaron en el manuscrito fechado hacia el siglo X conocido como Códice 60, perteneciente al Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja), y están escritas en riojano (un dialecto del romance navarro), en latín y en euskara. Las dos glosas vascas son jzioqui dugu y guec ajutuezdugu. Insistimos: las Glosas Emilianenses están escritas en navarro; no en castellano, porque en el siglo X, cuando se cree que fueron escritas las glosas, el hoy tan extendido romance castellano sólo se hablaba en los condados de Castilla (La Bureba, Amaya, Campoo y La Montaña). En aquella época, en el siglo X, La Rioja pertenecía al reino de Navarra. Como ya sabemos, por diferentes razones el romance navarro se fue disolviendo en el castellano, como "un azucarillo en el agua" (L. Michelena). El actual dialecto aragonés del romance navarro-aragonés-riojano se habla en el Pirineo, y se llama 'fabla' o 'luenga aragonesa'.

FORMAS DE TRATAMIENTO EN EL ROMANCE NAVARRO DE LA RIOJA
"Echa", escrito <egga>, era una forma de tratamiento frecuente en La Rioja en el siglo XIII, sobre textos no literarios (documentación medieval de orden jurídico - administrativa). <Egga> , pronunciado "echa", proviene del euskera "aita" (padre), y es el resultado de una evolución romance.

ÁREA VASCOHABLANTE ANTERIOR
La importante ciudad aragonesa de Huesca (la antigua Osca) se encuentra en la zona vascohablante anterior. Un decreto de los reyes de Aragón del año 1349 prohíbe el uso del árabe (algaravia), del hebreo (abraych) y del euskara (bansquenç) en el mercado de Huesca: << Item nyl corredor no sia usado que faga mercaduria ninguna que compre nin venda entre ningunas personas faulando en algarabía, ni en abraych nin en bansquenç, et qui lo faga pague por coto XXX sol >> ("Ordenanzas de Huesca de 1349" in Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, t. III, 1013, pag. 433, in "Erronkariko uskararen hiztegia. Diccionario español-uskara roncalés", Bernardo Estornes Lasa. Pamplona, 1997).

INFLUENCIA DEL EUSKARA EN LAS LENGUAS ROMANCES
Entre el siglo VIII y el IX, los vascos emigraron al Norte de Burgos, a La Rioja, y a Soria. Esta emigración várdula y caristia coincide con el nacimiento del castellano y el riojano, y de aquí proviene la influencia del euskara en estos dos romances hispánicos. El castellano nace en los Condados de Castilla: Amaya, La Bureba, Campoo y La Montaña; la capital de Castilla (Castiella) era Amaya (provincia de Burgos). Al cambiar la capitalidad castellana de Amaya a Burgos, el castellano de Burgos se convirtió en la lengua normativa o estándar. El euskara influyó también en el gascón (variedad occidental del occitano), romance surgido en zonas de habla vasca.

NAVARRA, LUCERO DE UNA TRADICIÓN
Navarra, conquistada por Castilla en 1512, durante estos últimos 492 años ha sostenido con fidelidad su herencia, sus tradiciones, su cultura, su historia y su manera de vida. Después de la invasión castellana (llevada a cabo con un ejército de vizcaínos), la lengua vascongada, el euskara, continuó siendo la lengua común de la mayor parte de Navarra. El romance navarro por su parte comenzó a disolverse en el castellano. Un significativo ejemplo del romance navarro se halla en las Glosas Emilianenses del Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja), glosas compuestas en latín, en romance navarro y en vascuence; estas glosas van a ser compañeras de las Glosas Silenses del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos), también en romance navarro-aragonés-riojano. Este recuerdo está amenazado por algunas personas que pretenden que el romance de las glosas de San Millán y Silos es el castellano, cuando son en realidad herencia de Navarra.

SOBRE LA PROTOLENGUA VASCA
Cayo Julio César y otros escritores clásicos identificaban a los aquitanos con los hispanos; en su libro "De bello gallico" ("La guerra de las Galias") explica que el río Garona divide a los galos de los aquitanos: "GALLOS AB AQUITANIS GARUMNA FLUMEN... DIVIDIT". Las muchas inscripciones aquitanas en latín de los primeros siglos de nuestra Era incluyen palabras en aquitano que recuerdan al euskara medieval y actual: Sembe, Cison, Nescato, etcétera; el aquitano es un ejemplo del protovasco. La peculiaridad del sistema fonológico consonántico del proto-vasco era la oposición entre fonemas FORTES (fuertes) y LENES (suaves): FORTES: ( / p / ) / t / / tz / - / ts / / k / / N / / L / / R /; LENES: / b / / d / / z / - / s / / g / / n / / l / / r / . El influjo del latín en el euskara se produce principalmente en el nivel léxico, no en el fonético ni en el morfosintáctico, aunque diferentes morfemas del euskara son de origen latino. Las diez vocales latinas las redujo el euskara a las cinco vocales actuales. Las vocales nasales vascas eran secundarias; no eran propias del protovasco o protoeuskara, donde existían únicamente cinco vocales orales: /i/ /e/ /a/ /o/ /u/. Salvo los dialectos suletino y roncalés (extinguido), los dialectos vascos han perdido la nasalidad vocálica. Las vocales nasales del suletino están en trance de desaparición.

LAS VOCALES NASALES DEL EUSKARA
En latín clásico existían, dentro de las nasales, una /n/ simple y otra geminada /nn/. En proto vasco existían una /*N/ fuerte (FORTIS) y una /n/ suave (LENE). La /nn/ geminada latina se convierte en protovasco en /*N/ fuerte, y la /n/ simple latina se articula como /n/ suave; esta /-n-/ lene, en posición intervocálica, ha desparecido en euskara. La *N fortis en posición intervocálica no ha desaparecido, sino que ha dado /n/. Por lo tanto, creemos que había dos enes en protovasco: *N y n. En suma, encontramos por una parte una geminada latina /nn/ que da en euskara /n/, y una /n/ latina simple, que cae en euskara en posición intervocálica. Las vocales nasales tienen su origen en la caída de la -n- intervocálica. Dicha pérdida de n comenzó por la desaparición de la oclusión oral con nasalización de las vocales contiguas; esa -n- intervocálica se sustituye por una aspirada (-h-), que posteriormente también desaparece. Para indicar nasalidad vocálica, vamos a seguir el planteamiento que en 1565 había realizado el arratiano Pedro de Madariaga: “para denotar aquella n, se deue poner vna cifra desta manera a modo de nariz ^ ”. El proceso de nasalización no había comenzado en la época romana de las inscripciones aquitanas, donde encontramos uniformemente seni-, ni había concluído en el 1025, supuesto año del documento llamado “Reja de San Millán”, relación de pueblos alaveses, en que leemos Mizkina y Kerrianu, pero sí estaba cumplido en lo fundamental en el siglo XII, cuando encontramos araign en la Guía del Peregrino Medieval (Codex Calixtinus); esa lista de quince palabras en vascuence de dicha guía es una de las más antiguas que se nos ha conservado, y se le considera el primer minidiccionario de bolsillo. El Dictionarium Linguae Cantabricae (s. XVI) de Landuchio no indica muy claramente la nasalidad, pero ésta se presupone. La /h/ aspirada se perdió primero, y más tarde la nasalidad vocálica. Para Navarra marcamos el siglo XI como fecha de desaparición de la aspiración. Alava pierde la aspiración en el XIII. Guipúzcoa entre el XIII y el XIV, y Vizcaya en el XIV. Salvo el roncalés (extinguido a finales del siglo XX) y el suletino que la conservan hasta hoy, el vizcaíno es el último que pierde la nasalidad vocálica, en el siglo XVI.

LAS VOCALES NASALES Y LOS TEXTOS DE GARIBAY
De 1571 es la obra "Compendio Historial", de Esteban de Garibay, editada en Amberes. El recordado profesor Dr. D. Alfonso Irigoyen (1929 - 1996), Catedrático de Lengua Vasca de la Universidad de Deusto, en su artículo “Etimología del nombre vasco del vascuence y las vocales nasales vascas descritas por Garibay”, Fontes Linguae Vasconum nº 56 (1990), se refiere a la forma <Enusquera> escrita por Garibay por dos veces consecutivas; el texto dice:
<<A esta lengua, aunque los estrangeros llaman comunmente Bascuence, que quiere dezir en la mesma lengua palabra o habla de Bascos, tierra de Francia, que con Guipuzcoa y Nauarra confina, pero los mesmos naturales, assi Españoles como Franceses, la nombran Enusquera, y assi incongruamente la llaman Bascuençe, siendo su originario y primer nombre el de Enusquera, y a la estrangera, especialmente Castellana, llaman Erdeera>>.
Sobre las vocales nasales de <Enusquera>, Irigoien considera lo siguiente: “Pienso que no se trata de una errata y que la intención de Garibay al escribir la palabra con la grafía señalada es llamar la atención sobre la pronunciación nasal de las vocales contiguas, es decir, que se pronunciarían más o menos como *ê-ûskeraz ‘en vascuence’ con cuatro sílabas, y acaso con acentuación en la segunda sílaba, si tenemos en cuenta que en muchas partes hoy día es corriente hacerlo como éuskeraz, con tres sílabas y acentuación esdrújula, y, por supuesto, sin rastro de vocales nasales”.
Es sumamente importante el descubrimiento del profesor Irigoien de la nasalidad vocálica en <Enusquera>, porque gracias a la evidencia de nasalidad, Irigoien propone “*enau(t)si”, ‘decir’, como base para “euskara / euskera”, participio que habría dado lugar a las flexiones verbales del tipo “diñost / diost”, con una variante vizcaina “diñaust”, ‘me lo dice’, por lo que inicialmente significaría simplemente ‘modo de hablar’".

LA RELIGIÓN VASCA
La religión pagana autóctona dedicaba su culto al sol (eguzkia) y a la luna (ilargia), con ritos de plenilunio, hogueras, danzas, y con ritos a la diosa Mari. El paganismo revive hoy principalmente en el subconsciente colectivo: fiestas de estío, etc. Estrabón decía que nuestros antepasados vascos hacían sacrificios humanos como práctica mágica. El paganismo romano y la religión de nuestros antepasados vascos fueron suplantados por un culto extraño para su época, centrado en un hombre normal y corriente, considerado el Mesías, injustamente ejecutado por el poder romano, acusado del delito de rebelión.

EL ORIGEN DE LA NACIÓN VASCONGADA
El origen de los vascos es, sin lugar a dudas, su emplazamiento actual: la región circumpirenaica. El pueblo vasco debió de formarse como tal en la región en donde habita hoy, en épocas muy remotas, tal vez procedente de la Cultura de Chassey (Francia). Mientras que en otros pueblos antiguos, por ejemplo, el de los sumerios, habitantes del sur de Mesopotamia desde 3250 a.C. aproximadamente, que habían llegado a la región del Tigris y el Éufrates desde otro país, y que mantenían en el recuerdo una región montañosa anterior, los vascos, cuyo idioma no tiene relación con ningún otro idioma actual o anterior conocido, no tienen ninguna tradición sobre una llegada desde otro país, lo que parece indicar su origen remoto europeo occidental. La literatura sumeria no explica de dónde provenían los sumerios ni cómo llegaron a Mesopotamia; el sumerio no parece tener relación con ningún otro conocido (dicen que se asemeja en algún rasgo al turco); la comparación del sumerio con otras lenguas no ha dado ningún resultado. Genéticamente (y en parte léxicamente) se cree que los vascos están emparentados con los camitas y, en especial, con los bereberes. La región que habitaban los vascos en la antigüedad en España y Francia, era una región mucho mayor que la actual.

LA NACION BASCONGADA
El término romance 'nación' < procedente del latín natione(m), hasta el siglo XVIII se empleaba para designar a los grupos etno-lingüísticos. Así, la "nación bascongada" definía a los vascoparlantes o euskaldunak; Larramendi, en el siglo XVIII, llama a la "nación bascongada, la primitiva pobladora de España y aun de vecindades..." y Juan de Perochegui, "Theniente-Provincial de Artillería, y Comandante de la de este Reyno de Navarra" publica "Origen de la nación bascongada y de su lengua". A mediados del siglo XVIII el término 'nación' comienza a utilizarse con sentido político (nación-estado), y para designar a un grupo etno-lingüístico comienza a utilizarse la palabra 'país' (del francés 'pays', y este del latín pagus, aldea). Así, pues, la hasta entonces denominada 'nación bascongada', pasó a ser llamada 'país vascongado' y, después, 'país vasco'. Todas estas denominaciones 'nación bascongada', 'país vascongado' o 'país vasco', se han de traducir por 'euskal herria'. Toda la verdad se oculta preservada en el pasado; en todos los textos medievales de los romances navarro y castellano, 'vascongado' significa vascohablante. Muchos se preguntan entonces. ¿Por qué el Diccionario de la Real Academia Española define 'vascongado' como "perteneciente o relativo a la comunidad autónoma vasca", si este gentilicio sólo significa euskaldun? Análogos de 'vascongado' (del latín *uasconicatum> *baskonegadu > vascongado) son 'maragato' (del latín *mauricatum) y romanzado (del lat.*romaniceatum). Si consultamos los términos 'maragato' y 'romanzado' en el diccionario de la mal llamada Real Academia 'Española' - su nombre correcto: sería Academia Castellana; porque el adjetivo 'español' no denota ni lengua ni nacionalidad, sino que significa "perteneciente a la península/ región de Hispania/ Iberia; por consiguiente: denotación geográfica- nos encontramos con que el étimo del primero no aparece -sin ninguna explicación por su parte-, y del segundo no hay otro dato que el de ser participio del verbo 'romanzar' (definido allí como "traducir al romance"), cuando 'romanzado' también significa "hablante del romance". ¡Qué curiosa la semántica de los hispanorromanos! ¿Por qué extraños motivos llamarían vascongado ( <procedente de '*uasconicatum', 'hecho vascón' o 'vasconizado') al vascohablante, y romanzado ( < procedente de '*romaniceatum' ('hecho romano') al hablante del romance? ¿Tal vez por una concepción distinta del ser humano y del lenguaje? El Estado español, desde el siglo XIX, va a llamar 'Provincias Vascongadas' a Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, pero no así a Navarra, porque hasta entonces era un Reino vascongado y no una provincia. La nueva expresión 'Provincias Vascongadas', este sintagma nominal, acabó alterando el significado originario de la palabra 'vascongado', que significaba originaria y ordinariamente euskaldun o hablante del euskara. Muchos asociaron la voz ‘vascongado’ con ‘alavés’, ‘vizcaíno’ o ‘guipuzcoano’, cuando los vascongados podían ser también navarros o franceses. Durante el siglo XIX el gentilicio 'vascongado' cayó en desuso, cuando fue siendo sustituido por el neologismo 'vasco' (préstamo, del francés 'basque').

GRUPOS VASCOS
Tradicional e histórica ha sido la libertad de nuestro pueblo. Y no sólo su libertad, sino también su diversidad. Porque los caristios (karistoi), várdulos (uarduli) y váscones (uascones) eran euskaldunes con toda seguridad, pero en toda la zona vascohablante actual hay abundantes vestigios de castros celtas y romanos. Los autrigones eran posiblemente celtas. Antes de la conquista romana, el territorio de la tribu de los váscones (aproximadamente la actual Navarra) tuvo una administración cuyo idioma oficial era céltico (tal y como indican las monedas donde aparece "braskunes" en alfabeto ibérico [la lectura "barskunes" parece ser errónea]). Los berones del sur del Ebro (La Rioja) eran un pueblo celta. En La Rioja, Navarra y Álava se asentaron bereberes y árabes, y el origen del Reino de Navarra está relacionado con la unión de distintas zonas o territorios en el siglo IX, uno de ellos bajo la influencia de los Banu - Qasi, dinastía muladí, oriunda del país y emparentada con los Íñigos. Nuestro país contaba con una comunidad judía importante, que conocía la lengua hebrea, el vascuence y el romance; son notables los judíos de Balmaseda y de Navarra, y el barrio Judimendi (>Judizmendi) de Vitoria. El topónimo 'Bermeo' tiene relación con los normandos (vikingos), merodeadores del Cantábrico en la Edad Media.

CARISTIOS (KARISTOI), VÁRDULOS (UARDULI) Y VÁSCONES (UASCONES)
En toda la zona vascohablante actual y anterior (incluida Navarra) hay muchos vestigios arqueológicos de castros celtas. Pero la principal razón que nos conduce a creer que los caristios y los várdulos hablaban en protovasco es que el límite entre los actuales dialectos vizcaíno y guipuzcoano del vascuence, el curso del río Deva (Deba) de Guipúzcoa, era también el límite de las antiguas tribus caristia y várdula. Como los dialectos guipuzcoano y vizcaíno antiguamente se asemejaban más que hoy, la lógica nos dice en otro tiempo debieron ser una sóla lengua, el protovasco, del que derivan todos los dialectos del vascuence. Es cierto que la denominación 'vascones' (pronunciado en latín [wáskones]) se extendió a las otras tribus, pero unas hipotéticas migraciones desde Navarra no fueron las causantes, las responsables de que en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se hable hoy en euskara; el idioma protovasco ya era propio de estos territorios. El término 'vascongado', que procede del latín hispánico *uasconicatum (en latín vulgar será [baskonegadu], y en romance 'bascongado') es el vocablo originario de los romances navarro y castellano para designar al vascófono. En el mismo Fuero de Navarra (siglo XIV) se utiliza la palabra 'bascongado' con el significado de euskaldun, como no podía ser de otro modo: "Esta zena es clamada en los bascongados on bazendu avaria" (Título V, Cap.8); "...en logares en la cayll, que dize el bascongado erret bide" (Título VII, Cap.4). En otro sentido, el gentilicio 'vasco' ('basco') se empleaba durante la Edad Media y la Edad Moderna para designar a los de Baja Navarra, la Merindad de Ultrapuertos, que era llamada 'Tierra de Bascos' o, acortando, 'Bascos, como se ve en el texto del "Compendio Historial" (Amberes, 1571) del mondragonés (y por lo tanto, de habla vizcaína) Esteban de Garibay, que figura en el célebre trabajo "Etimología del nombre vasco del vascuence y las vocales nasales vascas descritas por Garibay" del profesor Alfonso Irigoyen en la colección "Fontes Linguae Vasconum" (1990): "A esta lengua, aunque los estrangeros llaman comunmente Bascuence, que quiere dezir en la mesma lengua palabra o habla de Bascos, tierra de Francia, que con Guipuzcoa y Nauarra confina, pero los mesmos naturales, assi Españoles como Franceses, la nombran Enusquera, y assi incongruamente la llaman Bascuençe, siendo su originario y primer nombre el de Enusquera, y a la estrangera, especialmente Castellana, llaman Erdeera". 'La Tierra de Bascos' o, simplemente, 'Bascos', la Sexta Merindad, fue repoblada en la alta Edad Media por navarros que migraron al norte de los Pirineos por causa de las hambrunas; pronto se estableció la diferencia entre 'bascos', (los bajonavarros) y 'navarros' (los altonavarros), vascohablantes en ambos casos. Otro ejemplo se halla en el verso de Bernard Detchepare (1545): "Bascoac oroc preciatzen Heuscara ez iaquin harren", que podría traducirse por "todos aprecia(ba)n a los de Baja Navarra aunque no sepan (supieran) vascuence".

SOBRE EL TESTIMONIO DEL ABAD DE UTERGA (NAVARRA)
El escritor Juan de Beriáin, abad de Uterga (Valdizarbe, Navarra), editó en 1621 el "Tratado de cómo se ha de oír misa, escrito en Romance y Bascuence, lenguages de este Obispado de Pamplona", y en 1626 editó "Doctrina cristiana en Romance y Bascuence"; el escritor iltzarbearra, en el prólogo a la primera obra, escribe que el vascuence es la lengua que se habla en la mayor parte del Reino de Navarra. Y es que, en efecto, como escribe la profesora D.ª M.ª Teresa Echenique Elizondo en "Historia Lingüística Vasco-Románica", "en toda el área vascohablante actual y anterior, se ha hablado -"desde siempre"- el romance junto a la lengua vasca, en mayor o menor grado". Y ambos, romance y vascuence, han evolucionado juntos pero de modo distinto.

EL HÁBITAT DE LA CASA VASCA
El laurel (ereinotza) es el árbol protector de la huerta. Es el símbolo protector de la casa que aleja el rayo. Se colocan cruces hechas con ramas de laurel (erramuak) en las puertas y ventanas de la casa.

EL SIGNIFICADO DE ECHANO (ETXANO)
En Navarra y en Vizcaya encontramos diferentes lugares de nombre Echano (Etxano).
El Echano navarro es en la actualidad un despoblado del municipio de Olóriz (Valdorba), donde se encuentra la ermita románica de San Pedro ad Vincula (San Pedro Encadenado).
En Vizcaya hay dos lugares llamados Echano: el que, con numerosos barrios, conforma con Amorebieta el municipio de Amorebieta-Echano (Amorebieta-Etxano) (vid. Zornotza), y el barrio Lejarza-Echano (Lejartza-Etxano), en el municipio de Izurza (Izurtza), junto a Mañaria.
Según el Diccionario Vasco-Castellano de Mujika, etxano significa casita y en dialecto suletino, barraca, choza, cabaña, caseta. En el Diccionario 3000 Hiztegia de Euskara-Castellano y Castellano-Euskara, etxano tiene el significado de casucha.
Un topónimo Echano aparece documentado en 1082 como <Egganno>. El grafema medieval típico en Navarra y La Rioja equivalente al castellano <ch> era <gg>. Este <Egganno> de 1082 se decía Echanno. A partir del siglo XII se puede decir que ya se pronunciaba Echano, porque en el siglo XII ya se ha cumplido en euskera el paso de -nn- a -n-, y el de caída de -n-.
El sufijo presente en Echano es distinto del sufijo de Torrano, Ochandiano o Lazcano. El derivativo latino -anu de estos últimos recuerda al "possessor" del "fundus" o de la "villa", y en vasco son Dorrao, Otxandio y Lazkao, con caída de -n- simple intervocálica, procendente de *n suave protovasca.
La <n> de Echano es diferente; su -n- procede de -nn-, que proviene a su vez de *N fuerte protovasca. Esta -n- en posición intervocálica que no se pierde, aparece también en Elcano (documentado como <Helcanno> en 1025); Elcano procede sin duda de 'elge' (campo) más -nno (pequeño, cfr. roncalés 'ñoa', o el diminutivo '-ño'), por lo que Elcano significa campillo.
Así, la cronología sería de este modo en lengua vasca:
Hasta el siglo XII: Echanno (cfr. Helcanno)
Desde el siglo XII: Echano (cfr. Elcano)
Para Navarra marcamos el siglo XI como fecha de desaparición de la aspiración /h/ -que observamos en Helcanno-. Álava pierde la aspiración en el XIII. Guipúzcoa entre el XIII y el XIV, y Vizcaya pierde la /h/ aspirada en el XIV.
También existe el apellido Echanoa (Etxanoa), con artículo -a. Pero, parece que etxano/ etxanoa, traducido en euskera por casita, es ya un arcaísmo, una voz muy poco usada.

EXPLICACIÓN QUE SE CONOCE DE LA DENOMINACIÓN DEL VALLE NAVARRO DEL ROMANZADO
La cuenca de Lumbier (Irunberri o Ilunberri en euskera) en la Merindad de Sangüesa, (Zangoza), está integrada por los valles de Urraúl Alto, Urraúl Bajo, y Romanzado. El municipio de Romanzado, cuya antigua grafía sería <Romançado>, está formado por los concejos de Arbonies (Arbontze), Bigüezal (Biotzari), Domeño (Domeñu) y Murillo-Berroya (Murillo-Berroia); otros lugares del mismo municipio son Iso (Isu), Napal (Napari), Orradre y Usún. La denominación del Valle del Romanzado se refiere a una repoblación con gentes romanizadas en la Alta Edad Media. Después fue de nuevo vasconizado; así, en el siglo XVI sus pueblos eran considerados de vasco cerrado por los tribunales de justicia. En 1935 todavía quedaba algún euskaldún en Bigüezal. Este valle sería un concejo o territorio romanzado cuya denominación le distinguiría de los demás valles vascongados o vascohablantes vecinos.

TOPONIMIA RIOJANA CELTA
La villa riojana de Huércanos, junto al río Yalde, y próxima a Uruñuela, Somalo -donde se encuentra la célebre fuente de Somalo- y Nájera, se halla en la antigua zona de influencia de la lengua vasca, por la migración várdula y caristia a La Rioja entre los siglos VIII y IX. Su étimo está relacionado con la lengua celta de los berones. Según Emilio Nieto Ballester, en "Breve diccionario de topónimos españoles", "Huércanos tiene su origen último en el celta *olca "campo fértil, jardín, huerta".
El diptongo romance /we/ de Huércanos procede de 'ó' breve tónica latina. El paso de 'ó' breve tónica latina a /we/ se da en el romance primitivo o protorromance hispánico (de los siglos VI al IX). Esto significa que Huércanos, se pronunciaba [órkanos] antes de la diptongación. En la documentación del siglo X, la villa de Huércanos aparece mencionada 'Orcanos', 'Orcano' y 'Orkanos' (en el siglo X los hablantes del romance navarroaragonés (riojano) ya pronunciaban [wércanos] como hoy, pero la documentación medieval latina siempre es más conservadora). La hache de Huércanos no era hache aspirada; el diptongo creciente /we/ en posición inicial de palabra se representa con el grafema <hue> para evitar confusiones; igual que <Huesca>, del latín Osca.

LA POSIBLE EVOLUCIÓN ROMANCE DEL TOPÓNIMO DE SAJAZARRA
La villa riojana de Sajazarra, junto al río Ea, también se encuentra en la antigua zona vascohablante, entre otras. La voz Sajazarra contiene fonemas cuya fijación en castellano se produjo durante los siglos XVI y XVII. La lengua romance medieval tenía algunos fonemas que no se han conservado, pero que han evolucionado. He aquí las últimas evoluciones romances que se presuponen para el topónimo Sajazarra: en el siglo XVI Sajazarra se pronunciaría <Saxaçarra> [sašatsárra]. A principios del siglo XVII el fonema /š/ había evolucionado ya hasta el fonema actual jota (/x/), por lo que a principios del XVII se pronunciaba seguramente [sajatsárra]. A lo largo del siglo XVII, el fonema /ts/ del castellano, escrito <ç>, evoluciona hasta la zeta actual. A finales del siglo XVII, la voz Sajazarra se decía como hoy. Aunque no conozcamos el étimo de Sajazarra, presuponemos que -zarra proviene del euskera 'zaharra' (antiguo, viejo), que aparece en muchos apellidos vascos. Si -zarra viniera del euskera, una posible designación medieval en euskera de Sajazarra habría sido 'Saxazaharra', que después, por pérdida de -h-, haría 'Saxazarra'.

EL POSIBLE SIGNIFICADO DEL TOPÓNIMO VIZCAÍNO DE SOPELANA (SOPELA) GENTILICIO: SOPELOZTAR

La voz Sopelana recuerda a los topónimos compuestos por una desinencia latina (-anu, -ana, -ena, -enu) de genitivo unida a un gentilicio. Una antigua -n- suave intervocálica latina ha caído en lengua vasca, pero ha permanecido en castellano. Así, Albóniga, popular Almike; Aramayona, pop. Aramaio; Cenarruza, pop. Ziortza; Frúniz, pop. Fruiz; Lazcano pop. Lazkao; Ochandiano, pop. Otxandio; Quejana, pop. Kexaa; Sopelana, pop. Sopela; Torrano, pop. Dorrao. La denominación en lengua vasca de Sopelana es Sopela (forma popular vasca con caída de -n- intervocálica), pero el ayuntamiento de Sopelana prefirió la denominación Sopelana, forma originaria vasca y conservadora romance. La presencia en la voz Sopelana del derivativo latino -ana (típico de los topónimos que recuerdan al "possessor" de la "villa") parece evidente, por lo que lo lógico es que su correspondiente voz vasca sea Sopela; el gentilicio en euskera es 'sopeloztar' (como 'leioztar'/ 'leioaztar' = 'de Lejona' (Leioa), o 'loiuztar' = 'de Lujua' (Loiu).
Por ello, tal vez el topónimo Sopelana provenga de alguien llamado Supelu, Sopelu o Sopelo, más el derivativo -ana, por lo que significaría Villa de Sopelo. Según parece -aunque lo debo confirmar- en en el límite oriental de la ría de Pontevedra (Galicia) se encuentra la Punta Sopelo y frente a ella, la Laxe Sopelo; en ese caso, Sopelo habría sido un antropónimo conocido en la costa atlántica y cantábrica. Me pregunto si el hipotético antropónimo Sopelo procede de la lengua de los normandos-vikingos, porque las incursiones de éstos en la costa vizcaína permanecen aún en el recuerdo y algún topónimo se pueden explicar por el influjo vikingo: ejemplo, Bermeo.
La otra posibilidad, que Sopela sea una expresión inexacta en euskera, no me convence, porque en tal caso, la -n- de Sopelana procedería de -nn- latina o de -N- fortis (fuerte) de origen protovasco, y entonces la voz Sopelana estaría relacionada con la palabra vasca 'lana'; esta es la opinión de la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco (Edit. Auñamendi) donde en relación con el topónimo Sopelana se dice lo siguiente: <<Etim. Problemática. Contiene los prefijos "so" y "pe", castellano y vasco con significado de "debajo de". Véase Lana".>> Lana significa trabajo en euskera; en Navarra también existe el municipio y valle de Lana, históricamente importante.
Último hallazgo: Suspela, barrio de Vera de Bidasoa (Bera), en Navarra.

DEL POSIBLE SIGNIFICADO DEL TOPÓNIMO VIZCAÍNO DE LEJONA (LEIOA), GENTILICIO: LEIOZTAR O LEIOAZTAR
En euskera roncalés (extinguido en el siglo XX) 'ventana' era 'lexo' y 'la ventana', 'léxoa'; el roncalés ‘lexo’ (ventana) proviene ciertamente de leiho > leio > ležo > lešo (lexo). El topónimo vizcaíno de Leioa, forma popular vasca de Lejona, debió de contener antiguamente una -n- simple intervocálica, conservada en romance, por lo que pudo ser originariamente '*Leihona'; su raiz podría ser 'leiho' (ventana) más el derivativo latino '-ana' de genitivo (cfr. Lemona, popular Lemoa, o Aramayona, pop. Aramaio); según algunos autores, como trueba, derivaría de "elexa" (iglesia).
El topónimo en euskera puede haber evolucionado así: *[leihona] > *[leihôhâ] > *[leyôâ] > *[ležôâ] > Leioa
Mientras que en romance, puede haber evolucionado de este modo: *[leihona] > *[leihona] > *[leyona] > *[ležona] > [lešona] > Lejona
Esos fonemas del euskera medieval /ž/, procedente de /y/, y su derivado /š/, escrito en euskera <x>, eran también propios del castellano medieval. Así, /ž/ evolucionaría a /š/ en romance, y /š/ dio lugar a la jota actual; hacia 1600 se cumplió el proceso de paso de /š/ al actual fonema jota.
En euskera la evolución de la yod fue la siguiente: /y/ > /ž/ > /š/ > jota
y también: /y/ > /ž/ > /y/ (yod)
Por eso hoy hay alternancia i / j en euskera.

EVOLUCIÓN QUE SE SUPONE DEL TOPÓNIMO LOIU/ LUJUA GENTILICIO LOIUZTAR
En euskera: *[lóyua] > *[lóžua] > *[lóyua] > Loiu
En romance, partiendo de la forma vasca: *[lóyua] > *[lúžua] > [lúšua] > Lujua (desde 1600 aproximadamente, cuando el fonema /š/ ya ha evolucionado al fonema jota /x/).

TOPONIMIA ALAVESA MEDIEVAL Y EL ANTIGUO SUFIJO <-ZAHA>, ACTUAL SUFIJO -ZA/ -TZA
El documento medieval conocido como 'La Reja de San Millán' (h.1025), es una relación de aldeas y circunscripciones de Álava que pagaban con rejas o ganado al Monasterio riojano de San Millán de la Cogolla (Donemiliaga Kukula). Todos los topónimos actuales que terminan en -za (-tza), en este documento medieval terminan en -zaha (-tzaha), con presencia de -h- aspirada. Por ejemplo, Adurza (Adurtza), figura como 'Adurzaha'; Arraza, como 'Arrazaha'; Ascarza (Askartza) como 'Hascarzaha'; Ilárraza (Ilarratza), como 'Hillarrazaha'; Otaza (Otatza), como 'Otazaha'; etc. El actual -za/ -tza (con significado de 'abundante') contenía en la alta edad media una aspiración -h- de origen vasco alto medieval. Como sabemos, el sufijo -za es muy común en oicónimos, apellidos y vocabulario vascos.

TOPONIMIA BILINGÜE VASCO-ROMÁNICA
Los topónimos en lengua romance de la zona vascohablante actual y anterior, por ejemplo, Abadiano (Abadiño), Albóniga (Almike), Aramayona (Aramaio), Argómaniz (Argomaiz), Ceberiano -actual Ceberio- (Zeberio), Cenarruza (Ziortza), Cestona (Zestoa), Frúniz (Fruiz), Galdácano (Galdakao y Galdako), Lauquíniz (Laukiz), Lazcano (Lazkao), Legutiano (Legutio), Lejona (Leioa), Lemona (Lemoa), Lemóniz (Lemoiz), Ochandiano (Otxandio), Quejana (Kexaa), Sopelana (Sopela) y Torrano (Dorrao), son más conservadores que sus correspondientes voces vascas. Estos oicónimos románicos reflejan el estadio anterior a la caída de -n- simple intervocálica en euskera (proceso constatado desde el siglo XII); los topónimos en romance hispánico, más conservadores que los topónimos populares vascos, nos ayudan a conocer mejor la denominación originaria vasca, porque conservan la -n- simple intervocalica procendente de /n/ lene (suave). La existencia de una toponimia bilingüe indica el desarrollo en contacto del romance y el euskera. Diversas zonas de La Rioja, Burgos y Soria eran vascohablantes en la Edad Media, por la emigración vasca a estas tierras entre los siglos VIII y IX. La toponimia vasca de La Rioja es numerosa: Arviza, Cihuri, Ezcaray, Galbarruli, Herramélluri, Ochánduri, Ollauri, Oyarra, Ulizarna, Uruñuela, etc.; otros pueblos riojanos, como Zufiuri, Guipuzauri y Bascuri, figuran en la documentación medieval.

APROXIMACIÓN A LA EVOLUCIÓN DE LOS TOPÓNIMOS VASCOS
Las denominaciones romances de los pueblos vascos presentan hoy, por lo general, la forma vasca arcaica, la más conservadora. La razón se debe a que romance y vascuence han evolucionado de diferente forma. En efecto, en su evolución, en castellano no ha caído la -n- intervocálica latina, a diferencia del euskera, gascón, gallego y portugués. El proceso de caída de -n- intervocálica y de nasalización vocálica, comenzó hace casi un milenio. Los siguientes topónimos nos sirven para conocer la evolución que ha seguido el euskera en los últimos 1000 años:
Albonica> *Almonika > *Almô(h)îkaa > *Almoikea > Almoike > Almike (Albóniga en romance).
Aragona > *Aragô(h)â > Aragoa (Aragona, Aragón, etc. en romance).
Lemoniz > *Lemô(h)îz > Lemoiz (Lemóniz en romance).
Laukiniz > *Laukî(h)îz > Laukiz (Lauquíniz en romance).
Lemona > *Lemô(h)â > Lemoa (Lemona en romance)
Kexana > *Kexâ(h)â > Kexaa [kešáa] (Quejana en romance, aunque el paso de /š/ (sh) a /x/ (jota) en castellano se ha cumplido hacia el año 1600 y, por lo tanto, la denominación romance era Quexana hasta 1600 aproximadamente).
Torrano > *Dorrâ(h)ô > Dorrao (Torrano en romance)
En ciertos casos, el castellano ha adoptado la evolución vasca:
Zeberiano > *Zeberiâ(h)ô > Zeberio; en romance también es Ceberio.
Kerrianu > *Gerriâ(h)û > Gerriau; en euskara moderno Gerriau; en romance también es Guerriau.
El caso de Mezquía es similar. En la documentación de los siglos X y XI figura como "Mizkinia" y "Mizkina", y su voz actual vasca y castellana es Mezquía (Mezkia).
Este símbolo ^ con forma de nariz, indica vocal nasal.
Por tanto, los topónimos romances, en el caso de -n- intervocálica, reflejan el estadio más antiguo de los topónimos vascos; el castellano no ha sufrido, a diferencia del euskera, el portugués o el gascón, la caída de -n- intervocálica, por lo que voces como Albóniga, Galdácano, Lemona, Lemóniz, etc., presentan la pronunciación vasca anterior a la nasalización, es decir, anterior al siglo XII.